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domingo, 30 de enero de 2011

Si muero y vuelvo a nacer quiero ser poeta y no un soldado..

Querido diario:
Hoy escribo por primera vez desde hace algo más de un par de meses, y no sé cuándo será la próxima vez que reúna el suficiente valor para volver a deslizar el bolígrafo por este mugriento papel, infectado ya por el infierno que le rodea y la maldad que lo corrompe. Por primera vez reconozco estar dudando sobre mi capacidad para resistir todo esto sin volverme loca o sin romperme en mil pedazos, sin crear tampoco una coraza que me haga impasible al dolor ajeno, tras las que mis compañeros tratan de encerrarse y ocultarse a la cruda realidad.
Recuerdo que cuando me embarqué en este viaje estaba nerviosa, realmente nerviosa, pero recuerdo también que me encontraba llena de ilusión, de ganas de dedicar mi vida al bien de los demás y de regalar sonrisas; repleta de ansias por vivir una aventura, y sobre todo, de ser feliz junto a otros que compartían mi causa. Ahora presencio cómo me han sido arrebatadas todas mis esperanzas, lo presencio con la misma intensidad que pude ver cómo soldados arrancaban niños de los brazos de sus madres, cómo hombres cometían las mayores atrocidades por poder dar de comer un día más a su familia, y cómo poblados de chabolas eran arrasados por las llamas y yo no podía hacer más que huir. Tengo en mi retina grabado de por vida la forma en que niños poco mayores de cinco años cargaban con metralletas contra el pueblo vecino sin piedad, y sobre todo, quedó en mí la indiferencia de sus facciones, sus ojos inexpresivos, enajenados, sin vida alguna en su interior. No podré nunca olvidar las lágrimas de sufrimiento de todos aquellos que acababan de perder aquellos a quienes más querían por las causas más injustas, las heridas en cuerpos magullados y esqueléticos producidas por caminar durante días buscando conseguir algo para alimentarse. Me perseguirán para siempre las últimas palabras de Kamu, a quien vi morir de hambre en mis propios brazos, también los cuerpos de todos aquellos que se fueron con él; y los amargos llantos de Umali cada noche en la tienda situada junto a la mía: creeme, ningún ser vivo querría conocer el por qué de sus sollozos.
He presenciado los asesinatos más violentos y los llantos más amargos que en ningún lugar nadie pueda escuchar; también las peores muestras de racismo y los más terribles genocidios. He sido sabedora de los más horribles hechos, hechos que muy pocos conocen y que a todos nos afectan. Pero simplemente por todos ellos, hoy sigo aquí. Sigo aquí porque mi esfuerzo no será en vano, porque haré todo lo posible por aumentar el número de vidas que ya he conseguido salvar, por seguir regalando sonrisas en medio de este caos. Porque hay quienes creemos que la vida es esto, y esto es luchar junto aquellos que quieren vivir por encima de cualquier cosa.
Atte: Una persona que se atrevió a luchar, cualquier día, en algún lugar entre los países del tercer mundo.






-Actualmente existen más de 40 conflictos armados en el mundo.
-La segunda industria más importante después del petróleo es el armamentismo
-Medio millón de niños son utilizados como soldados en 87 países de todo el mundo
-Existen en el mundo 300 000 niños soldados a los que se les entrena para matar. Mientras, España vende armas a 23 países que violan los derechos humanos
-El 42% de las armas que vende España van a países en guerra.
-Los principales vendedores de armas: EEUU,Rusia,Alemania,Francia,ReinoUnido y China
-Mas de 80 estados tienen legalizada la pena de muerte
-153 países practican la tortura
-Más de 2 millones de niños han muerto en las guerras en los últimos 10 años


Escalofriante, ¿no? Y como estos, cientos de cifras que denotan la burbuja en que vivimos y la mierda que hay ahí fuera. Y aquí a pocos les importa, simplemente porque parece lejano. Y luego lloramos porque fulanito no nos quiere, o porque no podemos comprarnos un ordenador... en fin.
Ante todo, yo no voy a ser la que vea los hechos pasar y los obvie. Tampoco la que se rinda antes de comenzar ante causas aparentemente perdidas. Yo no voy a ser la cobarde, ¿y vosotros?

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